jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Por qué reclaman esas cacerolas?


Declaración de la Juventud Rebelde-Rebelión y Socialismo Libertario ante el #8N.

Este 8 de noviembre está programada una nueva movilización de las características del “cacerolazo” del pasado 13 de septiembre. Si aquella vez era ambiguo el carácter "espontáneo" de la protesta, en esta ocasión es muy evidente  quiénes son los que están orquestando la movida: la derecha, sus medios de comunicación, fundaciones, bloggeros y tuiteros los que viene fogoneando la jornada. 

Sin etiquetar a todos los que se movilizan como fascistas, entendemos que la expresión política más visible del #8N tendrá nuevamente un contenido abiertamente regresivo y antipopular, ya que se impulsa desde intereses de sectores dominantes y se monta sobre los prejuicios mas reaccionarios existentes en un sector importante de la sociedad. La crítica a la intervención del estado en la economía (restricciones al dólar, planes sociales y asignación universal por hijo, entre otras), la defensa de una institucionalidad heredada de los noventa, los reclamos de "libertad de expresión" y acusaciones que asimilan la realidad cubana y venezolana con la argentina, desmuestran que la movilización tendrá un carácter que jamás podría expresar la agenda de los sectores populares.

Nosotros seguimos sosteniendo que en esas cacerolas no están contenidos nuestros reclamos y nuestros sueños, porque los que hoy motorizan desde las sombras (y no tanto) el cacerolazo pretenden perpetuar una Argentina conservadora y para unos pocos privilegiados.

Este #8N no participarán ni estarán contemplados los trabajadores y el reclamo contra la nueva ley de ART, ni el injusto impuesto a la “ganancia” que golpea los bolsillos del laburante. No estarán los desocupados ni los trabajadores de la economía informal. Este #8N no estará el reclamo de los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios que vienen peleando hace años por una educación pública de calidad y masiva. Tampoco estarán este #8N los que luchan por el derecho al aborto. Este #8N no habrá consignas contra las rémoras del modelo neoliberal en el sistema de salud, transporte, las concesiones eléctricas y el saqueo de las mineras.

Sabemos bien que el cambio social y las grandes transformaciones políticas y económicas que necesita nuestro país sólo pueden producirse con el pueblo organizado y movilizado en las calles. Pero este #8N nada tiene que ver con ese rumbo y por eso no estaremos nosotros y nosotras, los que nos guardamos la bronca para seguir peleando todos los días por una Argentina justa, de pie y soberana y por un proyecto emancipatorio en nuestra América Latina.